Él lo hizo por el bien de ella, pero su esfuerzo y dedicación se le volvieron en su contra. Miguel S.L., granjero de profesión y residente en el municipio de San Martín del Rey Aurelio (Asturias), desembolsó buena parte de sus ahorros para que su querida Antonia, vaca de profesión y de residencia variable según la época del año, pudiera tratarse de su psicopatía con el mejor especialista del principado. Pero tras varias sesiones, siempre calificadas como “positivas” tanto por el doctor como por la paciente, Antonia se plantó ante Miguel y, papeleo en mano, le pidió el divorcio.

Cabe tener en cuenta que, como en tantos otros casos similares, hay dos inocentes terneros de por medio, por cuya custodia los abogados de ambas partes llevan varias semanas negociando.
Fuente: The Banana Tribune
2 comentarios:
Jo, eso se parece a casos de la vida real.
Absolutamente real.
saludos
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